I
Yo no sé cómo decirte.
Sé que de cierto modo te hago daño.
No creo en aquellos que ven en esto una caricia.
Seré sincero. Aunque lo intentara, no podría dejar de hacerlo.
Sólo puedo prometerte algo, seré limpio, y lo más preciso posible.
Cosa de que cada palabra escrita aquí valga tu sacrificio.
Yo no sé cómo decirte, que te escribo sin odio, aunque no lo parezca.
II
Me dicen que sólo se trata de una caricia del tiempo.
Una caricia del tiempo que quiere permanecer a través de mí.
Me dicen que nací para esto y que es un buen destino después de todo.
Después de todo no me doblo ni me pliego en barcos, aviones u origami.
Dicen que soy la base fundamental de las letras, expresión etérea de los hombres.
Los hombres que se trascienden en palabras, que se consagran a la inmortalidad.
Dicen que mi función es un sacrificio, pero yo te echo la culpa a ti.
A ti, que por los siglos de los siglos, has sido mi entintado torturador.
III
No sé por qué me acusan sin razón, sólo soy un instrumento.
Me guío por los arbitrios de la mano del hombre enmarañado en pensamientos
No tengo culpa ni escondo misterios, lo mío es simple.
Y aunque te roce la piel con más o menos torpeza.
Cierto es que no son pocos los que te hacen el amor.
Tinta, hoja, texto, esto es lo que somos, es lo que seremos.
Nico
Nico
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