Juega principalmente con los pinceles, y en esas pinceladas denota ese vaiven de estados anímicos, de mínimos chispas de energia de un alma casi solitari y otro tanta solidaria.
Unos cuantos tropezones hacen de él alguien mas firme, pero aún así no encuentra el equilibrio entre la constancia y el desgano.
Lanas en invierno cubren su torzo y sobre ellas alguna que otras camisa desteñida, vieja, a cuadros, de tonos opacos, ocres y añejados.
Imagina por las noches mundos extraños de seres humanos con enormes alas o con extremidades vegetales e incluso se transforma en un cntenar de cosas, algunas maravillosas y otras no tanto.
Almacena pequeños objetos que le recuerdan a sus allegados: piedras, broches, muñequitos, hojas secas. pulseritas se pueden encontrar en su tipico bolsito.
¡Nombro a ese nombre como a alguien lejano pero la verdad está tan cercano... y ya no se como contarlo!
Julián Aquino.
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