De tiempos de regreso y ausencias. De latidos distantes y nuevos latidos acompasados con otro corazón. De un latido acelerado desde el vientre abultado que llenó de sentido el esfuerzo, el cambio, y hasta el dolor.
También de aprendizajes, de soledades, de tabajo y ensueños. Si, ensueños. A veces estridentes, y a veces silenciados, y a veces olvidados.
De un abandono y de recomposición. De forjar la propia historia con los pedazos rotos y los pedazos de otros.
Sin demasiadas sorpresas, con algo de timidez. De muchas ganas de apostar a la humanidad. (de eso se hace quien soy)
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